lunes, 9 de abril de 2012

Ahogo

La tristeza-angustia de no tener quien entienda las lágrimas que salen y caen y gritan, que ponen en duda al ser, que no dejan disfrutar los instantes dulces. 
El sentimiento de soledad que inunda el alma y encierra al cuerpo, que inunda el cuerpo y encierra el alma.
Querer mirar para el costado, no pensar demasiado, creyendo que eso ahuyentaría las sensaciones vaciadas de alegría.


Pero así y todo, dar, encontrar el optimismo en lo más hondo de la tristeza. Y es que todo eso me hará valorar-disfrutar plenamente- el momento en que alguien me brinde un abrazo sincero, que me de sin pensar en recibir, que sepa mirarme a los ojos y encontrarme ahí.