sábado, 19 de octubre de 2013

De los días que se viven

Retomando la escritura, después de mucha lectura y mucho mirar, la información revolotea en mi cabeza, en mi cuerpo, y no sabe para donde disparar. Las cosas que vi, los nombres que sé, la gente que conozco y que conoceré, los viajes que no hice pero que seguro que haré- la casa en la que vivo, por la cual hago e hice algunos sacrificios, pero sí que valen la pena, es más, no lo veo como sacrificios, para nada. sólo yo entiendo algunas cosas, que no necesitan ser entendidas por nadie más, creo. Esta especie de diario que de íntimo no tiene mucho, y de diario mucho menos.. en fin. 
Simplemente es sábado, ya no salgo, no porque no tenga ganas, sino porque las cosas se dan de una cierta manera. Me quedo viendo cosas, pienso, pienso demasiado. Mejor me pongo a leer, no, mejor veo una peli, y así pasa la noche, cuando encuentro una peli ya me agarra sueño, y no me puedo dormir entonces leo un poco. y zas, me dormí, es domingo, la familia. y así el tiempo, ya es octubre, entrado el mes, y mis planes cambian cada día. Los días y las cosas y los planes, es jodido, uno siempre proyectando. y lo que importa es estar bien, y entonces la pregunta, qué vas a hacer después, qué importa, si yo quiero estar bien ahora, ni antes, ni después. Pero claro, ahora es ahora porque antes hubo un después. o sea, para ser feliz ahora antes hubo que proyectar algo, al menos eso creo que tratan de mostrarme, eso trato de entender, aunque no es tan fácil como parece. No es fácil pensar en lo que quiero para siempre. no estoy segura de saberlo. Pero la búsqueda es buena, eso creo, y toda esta información que estoy juntando, que estoy acumulando, me ayudará en esta búsqueda, sí, ya encontrará su recoveco por donde salir.

viernes, 3 de mayo de 2013
















qué loco es el humano, que puede vivir recuerdos. qué loco poder recordar una sensación, y pensar por un buen rato en aquello que se vivió hace años. acordarse de un olor, de un paisaje. ver que uno ya no es el mismo que antes. de repente pensar en algún momento que hasta ese instante no había tenido en cuenta. la nostalgia que le dicen. y si uno pudiera volver... pero no, eso no pasa. entonces solo se puede recordar, y escribir. y que una canción y cerrar los ojos y estar ahí. y abrirlos, y otra vez esta realidad. que pronto ya será historia. respirar hondo, pensar en hablarle a esa persona, qué será de su vida... pero ya no es la misma persona tampoco. pensar también en las personas que ya no están, carnalmente hablando. porque siempre están, escritas, en fotos, en la cabeza de uno. melancolía, si le quieren llamar así. quizás una que otra lágrima, una canción que escuchaba en ese entonces ayuda al clima, medio tristón ya. entonces un poco para evitarlo, un poco por necesidad, uno se acuerda de las cosas divertidas, un chiste, la complicidad. y así pasan los minutos y las horas, el humano es loco y puede estar trabajando solo con su mente, y todo su cuerpo se puede alterar solo por eso. a mi me parece un poco loco lindo.

sábado, 9 de marzo de 2013

sobre viajar

Que los viajes cambian las cosas, eso siempre. Al menos en mí. Y he viajado mucho, y han cambiado muchas cosas. Me gusta el cambio, por eso me gusta viajar. Pero también me gusta volver. Porque siempre hay algo que permanece. 

Los viajes son en tiempo y en espacio. Me gusta viajar en tiempo. En el tiempo. Atrás, adelante, planear, recordar. En tiempo presente conociendo personas, lugares, en espacios diversos, nuevos, o en el mismo espacio de siempre. 

Esas personas de viajes no se van nunca, son personas que quizás no vuelva a ver, o quizás si, pero que no me voy a olvidar, eso seguro.

Y volver para recordar, volver para estar, tener mi sitio, mirar alrededor y sentirme en casa. Y ser bienvenida. Y dar la bienvenida a quien quiera estar en casa.