VentanA

Las rendijas invitan a la luz pasar, resplandece el interior sin restar importancia a la sombra que se oculta detrás de los objetos. Los ojos cerrados sienten el sol, la respiración sucede en silencio. Se escucha más la brisa que pasa a través de la ventana, leve, que entra como canción, toca los cuadros en las paredes, invita a bailar a las cortinas y vuelve a salir, renovada.

Una mañana de verano en la habitación.

Ser y deciR

Cuando los elementos se nos presentan ante nuestra existencia y no nos permiten dudar, las certezas nos aseguran las verdades, es entonces cuando nos empezamos a preocupar por lo que es y lo que deja de ser.
Si la duda nos acecha, los elementos sólo aportan a nuestra esencia pero no aseguran la existencia, entonces no hay certezas y todo pierde sentido.

A mi parecer, es mejor contemplar los elementos: atardeceres, lluvias, fuego, tierra. Y dejar de preocuparnos por la existencia, la certeza, la verdad. Somos lo que vemos. Somos lo que decimos. Somos lo que hacemos. Somos tiempo y espacio. No somos por lo que hay: somos por la ausencia.

S e n s a c i o n e s . a . f l o r . d e . p i e L

LejoS

CercA

AbajO

ArribA

. lugares , distancias .

-nada importa más allá-

CíclicO

A la espera de esperar, el inquietante hombre desistió. Emprendió el viaje por el tiempo, precipitado.

Y el tiempo pasó, y el hombre vio todo en cuanto pudo. Tocó todo lo que estaba a su alcance. Escuchó todos los sonidos que sus oídos le permitieron. Hasta que no hubo más tiempo, y entonces el hombre se sentó a esperar.

La mujer no llegó a comprender si el hombre atravesó el tiempo con sus sentidos atentos, o si el tiempo se apoderó del hombre por un momento.

Las palabras dicen por el cuerpo

cuando el cuerpo es palabra por sí solo.

.vidas del día...días de la vida.

Siéntate a ver el día
mira que gusto da, ver el rayo justo
donde empieza la avenida
Descálzate en el aire... para ir
No lleves ni papeles
hay tanta gloria allí, que al final
nadie tiene un sueño sin laureles
Que tu cuerpo, al menos esté limpio... para ir
Córrete hasta el espacio
quiero que sepan hoy, qué color es
el que robé cuando dormías
Ya, móntate en el rayo... para ir.

Para ir - Almendra

AbrigO

...las más de las veces, las palabras no alcanzan a cubrir los pensamientos y sentimientos.
la muerte es algo externo a uno, que sin embargo nos toma desde adentro. nos transforma la mirada, la manera de hacer.
el amor es algo interno, y sin embargo necesitamos sacarlo afuera, dar.

comprender no implica sentir, y mucho menos todo lo contrario.

...muchas veces, una imagen nos abriga más.

Dias de la vidA

...y todo vuelve al mismo lugar, a los amores y desamores que traen los días, y cuando los días pasan y nada pasa, no se trata ya de amores.

Si las sonrisas siguen flotando, los sonidos entran y la respiración importa, entonces existimos.

amamos lo que vivimos; vivamos lo que amamos.



(...)
A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar.


Entonces, cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.

(...)
Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando.

                              -Fragmentos de El aire y el viento, de E. Galeano-

SimbiosiS

Se complementan, no miran al mismo lugar ni planean las mismas cosas.

Se cuentan secretos, pero también se guardan algunos saberes para más adelante. 

Saben esperarse, mirarse, escucharse, extrañarse, sentirse.

Su contradictoria simbiosis en la distancia construye su relación.

Mundo de Humanos, lenguajes, símbolos, acá, allá, ellas, ellos.

Las almas que buscan ser concretadaS

Las palabras no son hechos. Pero dan a los hechos un significado. Cuando las palabras son más que los hechos, cuando no hay hechos a los que se anclen las palabras, o cuando hay hechos silenciados... entonces hay un hueco. A veces ese hueco lastima. 
Sin embargo, es más doloroso cuando hay indiferencia a ese hueco. No miremos al costado, que todos somos parte de los hechos, y todos aportamos con palabras.

Hagamos que sean hechospalabra.

Balcón en primaverA

El aire y el sol atraviesan los momentos, el humor tiene ganas de reír, las cortinas bailan con el viento y las letras se amontonan en palabras.
Las plantas tienen esperanza de color, la música atrae miradas y los animales acompañan el descanso.
El barrio se despierta, las bicicletas salen a relucir por la mañana. 
El buen humor, el rayo del sol, los animales, música y lectura.
Balcón en primavera.

A veces me sorprendo pensando que somos máquinas conectadas por otras máquinas... que a veces olvidamos mirar a los ojos. Olvidamos escuchar los sonidos del aire, y sólo oímos lo que sale del cable. Nos sentimos más libres y conectados, pero olvidamos mirar a nuestro alrededor. Contamos los pasos hasta llegar a donde vamos, sin importar quien va adelante o atrás. Cuando llueve, esquivamos paraguas que vemos de reojo, por caminar mirando al piso. Al volver a nuestras casas, nos mimetizamos con esta máquina que todo lo ve, todo lo sabe y todo lo hace. Nos comunicamos sin vernos y sin hablarnos. Reímos, pero nadie se entera. Respiramos. ¿Respiramos?

A veces me sorprendo mirando el cielo a través de los árboles en un día de invierno. Siento mi respiración, y el latir irregular de mi corazón. Esta singularidad me recuerda que las máquinas no saben que la luna está triste cuando está llena, que la primavera ayuda a que nos miremos entre nosotros, que una melodía puede provocar una sonrisa.

Un transeúnte iba de acá para allá buscando su lugar en el mundo...

...sin advertir que el mundo era su lugar; sólo debía transformarlo a su medida.

Sin ton ni soN

La sensibilidad sobrevuela la razón

no deja ver las cosas como son

porque es la razón quien dice qué cosas son

y la sensibilidad sólo capta lo que las cosas no son

lo que dejan detrás, lo que la razón no puede captar.

Démosle oportunidad a la sensibilidad...

que las cosas vienen y se van.

En mis sueñoS

Solo quería que sepas, que tus ojos no miran lo que ves, que tu mirada esta perdida dentro de mi. Quería que te enteres, que tus manos son mas suaves cuando mis manos las cubren, que tus lágrimas no existen dentro de mi, el olor de tus labios es el olor de mis mañanas, el mismo que queda en mi almohada cuando cuentas conmigo tus estrellas, las historias que te cuento nunca terminan, y ya debes saber cuanto me gusta empezar a contártelas, los amores que sufriste son de mentira, así como lo son las caricias que no te supieron dar, en mis sueños eres canción y poesía, eres la ilusión que aprendí a concretar, eres más de lo que yo daría, pero ni en mi sueños podré confesarte que simplemente eres parte de mis días, que sin ellos, ni sin ti, no tendría por quien soñar.

-por JML, Febrero de 2011-

¡GraciaS!

Deja tu miedo atrás,

alguien te sonreirá...piensa,

abre tu mente al sol...

todo irá mejor !

AirE

La rutina se traga el espacio. Los minutos, horas y días no son más que palabras sin tiempo. Las personas alrededor hablan y no dicen nada. Miran y no ven. Están, pero no son. Las cosas para hacer, no son más que cosas para hacer.



De repente... a i r e .

Dicen que llena los pulmones, pero no!... Llena el a l m a

Luego, descubrir que nada es rutina:

-el aire llena el alma, el alma vive en tiempo, y el tiempo es vida-

EtéreO

Si corre por tu cuerpo como gotas de lluvia en la ventana... no dejes que pase desapercibido.

Sentilo. Creelo. No lo olvides.

PermaneceR

.Acercándome al espejo

no me reconozco.

•

.Sólo estando con ustedes

sé quien soy.

AlrededoR

Miraba por la ventanilla. Pero no miraba nada en realidad. Solo pensaba en llegar. Quería llegar, hacer lo que tenía que hacer, y seguir su camino de siempre. Cerró los ojos y se durmió. Cuando despertó, media hora más tarde, se dio cuenta que se había dormido en una posición bastante incómoda. Parece que tenía mucho sueño, pensó. Volvió a mirar por la ventanilla, otra vez sin ver nada en especial, aunque se percató de que estaba llegando a Buenos Aires. Por ahí leía algún cartel que le llamaba la atención entre los pensamientos vagos que le pasaban por la cabeza. Empezó a leer los nombres de las calles, porque nunca había ido al destino que esperaba llegar. Cuando vio que estaba cerca, se levantó rápido, un poco enojada con la gente que estaba apurada para bajar, sin advertir que ella era una más. Se bajó, llegó a destino, y siguió su camino.

Miraba por la ventanilla. Prendió su mp3 y puso música tranquila. Miraba la gente pasar, pensaba en qué estarían pensando ellos. Entre tanto mirar y pensar, cerró los ojos y se durmió. Cuando despertó, media hora más tarde, seguía sonando música tranquila y placentera. Miró de nuevo por la ventanilla, y ya estaba llegando a Buenos Aires. Recordando las indicaciones para llegar y buscando los carteles con nombres de las calles, vio algo que le llamó la atención. Del otro lado del semáforo, entre los autos, una moto. El hombre en la moto llevaba un pantalón rojo vivo, con lunares blancos pequeños. Eso hizo que desvíe la mirada hacia él, y detenga sus pensamientos anteriores. Al prestar más atención, vio que debajo del casco, en su cara, tenía una nariz de payaso. Sonrió. Un payaso en moto, estará yendo a trabajar, pensó mientras seguía sonriendo, aguantando la carcajada. Advirtió que estaba llegando, comenzó a abrigarse lentamente, y se bajó. Llegó a destino, y siguió su camino.

Un viaje, dos miradas.

Dejarse llevar

Es que a veces no me le animo al niño que llevo dentrO

Las cosas no son como las veS

Ida y vueltA

Un instante cerró los ojos; sin pensar

sintió que todo lo que había pensado siempre, no era tan importante

que el pasado, el futuro, las personas, nada valía lo que creía

esa sensación duró un momento, pero ese momento fue trascendental

la atravesó, como un cuchillo en el barro, sin ningún impedimento.

Justo en el lapso en que esa sensación se apoderaba de ella,

en que el mundo, su vida, todo perdía sentido...

él acarició su mano. Y ella sonrió. Fue sólo un momento, le dijo.